La forma en que hablamos sobre los alimentos y el cuerpo con nuestros hijos influye directamente en su relación con la comida y en su autoestima. Es fundamental fomentar una alimentación saludable sin caer en la trampa de la cultura de dieta, que asocia la comida con culpa y los cuerpos con estándares irreales.
1. Evita comentarios sobre el peso y la apariencia
En lugar de hacer observaciones sobre el peso de tu hijo o el de otras personas, enfócate en hablar sobre lo que el cuerpo puede hacer. Por ejemplo, en lugar de decir “comer mucho te hará subir de peso”, prueba con “los alimentos nos dan energía para jugar y aprender”.
2. No categorices los alimentos como “buenos” o “malos”
Decir que un alimento es “malo” puede hacer que los niños sientan culpa al comerlo. En su lugar, enséñales que hay alimentos que nos nutren más y otros que podemos disfrutar con moderación.
3. Fomenta la alimentación intuitiva
Anima a tus hijos a escuchar su cuerpo y a reconocer el hambre y la saciedad. En lugar de obligarlos a terminar el plato, pregúntales: “¿Tu pancita está llena o todavía tienes hambre?”.
4. Predica con el ejemplo
Los niños aprenden por imitación. Si te ven restringiendo alimentos, contando calorías o hablando mal de tu propio cuerpo, pueden internalizar estos mensajes. Habla positivamente sobre la comida y tu cuerpo.
5. Evita usar la comida como recompensa o castigo
Frases como “si te comes las verduras, te doy un postre” pueden hacer que los niños vean ciertos alimentos como un castigo y otros como una recompensa. En su lugar, normaliza todos los alimentos dentro de una dieta equilibrada.
6. Enséñales a cuestionar los mensajes sobre la alimentación y el cuerpo
Ayuda a tus hijos a desarrollar un pensamiento crítico sobre lo que ven en redes sociales, la televisión y la publicidad. Explícales que los cuerpos saludables vienen en diferentes formas y tamaños.
Conclusión
Hablar con nuestros hijos sobre alimentación desde el amor y la aceptación les ayudará a desarrollar una relación sana con la comida y con su cuerpo. Como padres, tenemos la oportunidad de romper con patrones poco saludables y criar niños con una autoestima fuerte y una perspectiva positiva de la alimentación.
¡Cambiemos el discurso y sembremos bienestar en nuestros hijos desde hoy! 🌿